lunes, 12 de septiembre de 2016

LOS DUENDES


LOS DUENDES
 Los duendes son Espíritus de la Naturaleza, al igual que las hadas y los elfos, solo que ellos son más traviesos y les llama más la atención el contacto con los humanos, es por eso que se acercan más a nosotros y hay más experiencias con ellos que con hadas y que con elfos u otros Espíritus de la Naturaleza. Ellos suelen visitar nuestras casas, y si la energía de nuestros hogares les parece cómoda, podrían quedarse con nosotros. Los espíritus de la naturaleza y los seres de el plano en el que habitan ellos (el Plano Astral) se alimentan de la energía que emana los sentimientos de las personas, por lo que si en tu hogar hay malos sentimientos o pensamientos, atraerás seres que se sienten cómodos con esa energía, y pueden ser duendes que hacen travesuras bastante desagradables, o espíritus de otro tipo (no espíritus de la naturaleza) que sean malvados. Pero si por el contrario hay buenas vibras en tu hogar, atraerás a espíritus de esas vibraciones, y no hay que qué preocuparse :)

    A los duendes no les gusta ser encasillados, por lo que si estás en presencia de un duende, te será casi imposible definir cuál es su verdadera forma, ya que variarán en todo momento, incluso pueden mostrarte como son y tú no te darás cuenta que esa es su real apariencia. Es por esto que no se sabe con precisión cuál es su real apariencia. En la literatura uno puede encontrar descripciones, pero lo que no se sabe si son así realmente o es así como se muestran. Pero quizá su apariencia sea similar a como se muestran. De todos modos, debe haber personas que conozcan su real apariencia.

Detrás de sus travesuras, hay algo que nos quieren enseñar. Cuando las cosas tienen que desaparecer, desaparecen, y cuando tienen que reaparecer, reaparecen. Quizá los duendes tengan que ver en muchas de las desapariciones y reapariciones de los objetos. Puede que con esos actos nosotros tengamos que aprender algo.
Los Maestros, que trabajan en sanaciones, llaman a los duendes como los “hermanos menores”, quienes en trabajos de sanación están ahí conteniendo  las energías y ayudando.

El carácter de los duendes es como el de un niño, pero su sabiduría y conocimiento de las cosas es enorme, no hay que subestimarlos, a veces por medio de su carácter nos enseñan cosas, otras veces solo juegan y nos enseñan a divertirnos. Pero si tienes un permanente contacto con los duendes y aprendes a jugar como niño, también debes recordar estar aterrizado, con los pies bien puestos sobre la tierra, de lo contrario, estarás “flotando”! Así que recuerda mantenerte bien aterrizado si tienes un duende de amigo!
Se cree que ese carácter juguetón representa lo que nos hace falta a nosotros los humanos, y ellos nos ayudan a recuperarlo.

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